sábado, 16 de julio de 2011

HECTOR LEAL

El correr para vivir
y el vivir para correr
es dormir para no ver
y ver para no dormir. 


Héctor Leal Gutierrez, nació en Los Puertos de Altagracia. De profesión telegrafista, amante de la poesía y la música; tocaba la guitarra al igual que papá, su hermano Salvador.
Fue jefe de la oficina de telégrafos, la cual tenía 6 telegrafistas, 2 guarda líneas y 1 repartidor de telegramas. Ésta era de gran importancia, ya que los mensajes procedentes de Maracaibo dirigidos al resto del  país, eran repetidos en Los Puertos, debido a la deficiencia del cable sublacustre que unía a Maracaibo y Los Puertos.
Fué miembro del Concejo Municipal.

A su esposa, doña Isabel:
Un bonito amanecer
se disfruta en el desierto
donde se sueña despierto
con caricias de mujer.
 
Héctor e Isabel tuvieron tres lindas hijas: Aminta, Norka y América.
Aminta y Norka formaron parte del conjunto musical denominado  Cuarteto Leal, dirigido por tío Roger Leal, quien fué director de la Academia de Música de Maracaibo.
Héctor fué trasladado para Caracas y su hija América comenzó a trabajar en el Ministerio de Comunicaciones.


Si usted quiere disfrutar
de una gran compañía
manifieste su alegría
y sentirá bienestar.

En una Navidad, a la espera de compartir los regalos:

La noche de Nochebuena
hace renacer en mí
el trino del colibrí
y un rayo de luna llena.

Hoy es día de Navidad
para los pueblos del mundo,
aquí con amor profundo
pedimos la cuota de navidad.


A propósito de una reunión familiar, donde matarían un cochino para los comensales:
En el umbral de la mente
mantengo una buena idea
que aunque nadie me lo crea
la soltaré de repente.
 
Esta noche escucharemos
la protesta de un cochino
que por su ingrato destino
nosotros nos comeremos.

La suerte que yo he tenido
como cochino decente
no la deseo a la gente
que conmigo se ha reunido.

Aquellos que me comieron
yo los voy a demandar
y tendrán que declarar
hasta los que no me vieron.

En una oportunidad, reunidos algunos amigos con deseos de, por algún motivo brindar; tío Héctor hizo referencia a que los licores pierden calidad si se dejan por largo tiempo a merced de la luz y el clima:
Las botellas del estante
a que se han referido
el año entrante han perdido
su valor emocionante.

UN CÓNDOR QUISIERA SER
PARA PASEAR EL ESPACIO
Y VER EL COLOR TOPACIO
QUE SURGE AL AMANECER

martes, 12 de julio de 2011

En aquellos días no contábamos con acueducto, así que el agua era llevada a las casas cargadas a lomo de burro, en latas de 19 litros donde viene el aceite o la manteca. Puede el lector imaginar  el ruido que ocasionaban las latas al estar vacías, tropezandose, 2 de cada lado del burro. 
Esto lleva a mi amigo y consuegro Manuel Martínez, a recordar a Titán...

HUMOR Y CUENTO Manuel Martínez Acuña.
Todavía para mediados del siglo XX, era una costumbre arraigada en Los Puertos de Altagracia, eso de sentarse a conversar afuera, por  las tardes, en el frente de las casas, después de que la familia dejaba a un lado los quehaceres cotidianos.
Fue así como, un vez de tantas, se diera el caso especial de que, pasara por la calle, a la vista de una de esas familias, el sepulturero y conocido versificador Rafael Ávila, Titán, quien como sepulturero del pueblo, regresaba de hacer su trabajo en el cementerio.
Aprovechando uno de los presentes, ese momento, lo detiene, para pedirle que le improvise a la hermosa, traviesa y revoltosa morena, Flor Ángela, un verso, de los tantos que él hacía a la medida de cada circunstancia.
Pero, Titán, cansado y conociendo bien a la retozona muchacha, se excusa en seguida; pero termina por ceder.
No obstante, replica antes: ¿Ajá, y si se pone brava?  
Cómo se va a poner brava, Titán, dijeron todos en coro; si tus versos son tan elogiados.
Entonces recitó Titán, la siguiente cuarteta, en octosílabos:
ERES LA FLOR DE LAS NATAS,
LA REINA DE LA MELUYA,
CON EL CULO HACÉIS MÁS BULLA
QUE UN BURRO CON CUATRO LATAS.